¿Cuántas veces escuchamos esta frase por parte de un entrevistado, al finalizar una entrevista ? No sé por qué se me vienen a la mente varios deportistas.
Esa frase que a veces nos causa gracia o la usamos como muletilla, cuando es sentida, transmite un mensaje importantísimo y que muchas veces subestimamos. El agradecimiento genuino, desinteresado y gentil.
¿Gracias por qué? Gracias por nada en particular o por todo en general o por cada cosa. Esta actitud frente a la vida, que frecuentemente perdemos de vista, puede definir nuestras relaciones interpersonales.
¿Cuántas veces agradeciste algo que le pediste a un colaborador? ¿Y por quedarse a terminar eso que le pediste? ¿Y por haberte dado una opinión valiosa o… simplemente una opinión?
El impacto en los otros es significativo, sino, pensá cómo te sentís cuando una persona te agradece sinceramente por una acción o un gesto que tuviste con ella.
¿Cuál es tu predisposición a seguir ayudando? ¿Y qué pasa con los pedidos, que tanto nos cuestan, luego de que esa persona nos agradece? ¿Estás más dispuesto a pedir después de que te agradecen?
Acordate que poder pedir es fundamental para expandir nuestras posibilidades de acción.
¿Gracias? ¡No, gracias a vos!