Casi todos los días me encuentro con una nota en algún medio hablando de «las nuevas habilidades del líder en épocas de pandemia» o «cómo los líderes se deben reinventar o adaptar a los desafíos que implica la pandemia».
Eso me hace acordar a cuando en la empresa en la que trabajaba empezamos a implementar el teletrabajo y un gerente decía » a fulano hay que seguirlo de cerca a ver si trabaja desde la casa, sino no le demos teletrabajo», a lo que yo respondía «si tenés dudas acerca de si fulano va a trabajar desde la casa no deberías tenerlo trabajando en tu equipo».
Con el liderazgo pasa un poco lo mismo. Está claro que la pandemia acentuó algunas dinámicas a las que hay que adaptarse como la coordinación remota de acciones, la supervisión a distancia de personas y equipos, las conversaciones de feedback no presenciales y otras.
Pero si lo pensamos, esa adaptación no es muy distinta a otras que hacemos en otras circunstancias, como cuando un colaborador de nuestro equipo o nosotros mismos estamos pasando por una situación personal difícil y tenemos que adaptar la dinámica de trabajo alterando cronogramas, alcances y entregables a esa situación. O cuando hay un cambio de rumbo en el proyecto en el que veníamos trabajando y hay que dedicarse también a otros temas que no estaban en agenda y así rearmar y reprogramar planes, actividades y rutinas. O cuando hay un conflicto entre miembros del equipo y hay que rearmar las dinámicas de trabajo para que se puedan lograr los resultados a pesar del conflicto o resolviéndolo de alguna forma.
En definitiva, se trata de ser líderes adaptativos donde debemos ser capaces de leer de forma integral las distintas situaciones que implican un cambio, sean evidentes o no, y adaptarnos y facilitar la adaptación del equipo para poder seguir funcionando de forma eficiente.
¿Qué es un líder adaptativo?
Algunas características son:
- – Capacidad para diagnosticar. Entiende el tipo de colaborador que tiene enfrente, de acuerdo a sus capacidades.
- – Flexibilidad. Cuenta con alta capacidad para “moverse” de un estilo de liderazgo a otro con facilidad, dependiendo del contexto.
- – Capacidad de generar acuerdos. Sabe crear acuerdos, a través de una comunicación fluida con sus colaboradores.
En resumen, se trata de un ciclo donde, según Juan Carlos Eichholz, en su libro Capacidad adaptativa: Cómo las organizaciones pueden sobrevivir y desarrollarse en un mundo cambiante, el líder tiene que observar, interpretar e intervenir.
Observar: el líder se mantiene ajeno a la situación solo observa y da pie al paso siguiente, interpretar;
Interpretar: el líder analiza lo acontecido, saca sus conclusiones y ve posibles cursos de acción antes del siguiente paso, intervenir;
Intervenir: acá es cuando el líder interactúa con su personal y tiene dos opciones contener o tensionar. Al contener el líder logra armonía y afiliación, se calman los ánimos, pero no se da solución al problema, no hay aprendizaje. Al tensionar, el líder incomoda a su personal, los hace enfrentar sus problemas, pero existe aprendizaje buscando solución al problema.
Entonces podríamos decir que las nuevas modalidades de trabajo derivadas del aislamiento social solamente acentuó, e hizo más evidente aún, la necesidad de adaptar nuestro estilo de liderazgo.
PD: Si llegaste hasta acá, gracias por leer. Si te gustó agradezco que lo compartas. Gracias! IG:@nicolas.costa.coach