Shhh….no levantes la voz, mejorá tu argumento.
Nicolás Costa

Es habitual que al estar en una discusión nos veamos atrapados en dinámicas donde el que habla más fuerte, el que grita, el que se enoja o el que tiene una posición de liderazgo jerárquico (familiar o laboral) termina prevaleciendo… o eso parece. Y lo que es peor es que terminamos arrastrados hacia esas dinámicas donde inevitablemente alguien o todos salimos lastimados.

Esto muchas veces sucede porque fallamos al argumentar nuestras posiciones, porque no sabemos cómo hacerlo o porque no nos dedicamos lo suficiente a prepararnos.

Acordate que los argumentos provienen de una afirmación que hacemos y debe estar respaldada por evidencia convincente, evidencia que persuade al interlocutor a aceptar un punto de vista.

Durante toda nuestra vida y en todos sus aspectos necesitamos permanentemente coordinar acciones con otras personas para realizar nuestros proyectos, para poder trabajar, para poder relacionarnos con nuestros amigos, familiares, parejas y es en esa coordinación de acciones donde se da el intercambio de opiniones y se torna fundamental el dominio del arte de la argumentación.

Te dejo 7 ideas que te van a ayudar a no caer en la trampa de “el que grita más fuerte tiene razón” y armar mejor tus argumentos.

7 pasos para mejorar tus argumentos

1. Comunicación

Pensá en todos los aspectos de la situación en términos de la comunicación. Preguntate: ¿Cuál es el tema y el propósito de tu mensaje? ¿Qué medio vas a usar? ¿Quién es el receptor? ¿Cuál es el contexto? ¿Es el momento oportuno?

2. Analizá la situación

Pensá en los pros y los contras de cada lado del problema y hacé una investigación preliminar para entender bien el tema. Antes de convencer a otros tenés que tener claro en tu cabeza cuál es tu posición. ¿Qué estás tratando de probar? ¿Por qué te sentís así respecto de la situación? Para esto es útil hacer una lista de pros y contras.

3. Construí tu fundamento

Después de haber investigado el tema, estás listo para construir tu fundamento.

Los argumentos desarrollan 3 tipos de fundamentos:

  1. De verdad: indica que vos creés que algo es o no verdadero. 
  2. De valor: indica el valor que le asignás a algo.
  3. De principios: dice lo que vos creés que debe o no hacerse. 

4. Recolectar evidencia.

Investigá el tema en profundidad, utilizando todas las fuentes posibles. Investigá para asegurarte de que tu argumento sea válido y cambialo si no es así. Reuní la mayor cantidad de pruebas para respaldar tu afirmación.

Algunos ejemplos de evidencia son:

Hechos y estadísticas

Razones y resultados mostrando relaciones causa – efecto

Ejemplos y anécdotas que demuestren lo que querés decir

Frases y reflexiones que lleguen a la emoción de tu audiencia

5. Considerá las objeciones clave.

Pensá en otros puntos de vista relacionados con tu argumento. ¿Qué razones podría citar la gente para apoyar posiciones opuestas? ¿Qué problemas importantes podrían estar relacionados con tu argumento? Decidí cómo vas a responder a esas objeciones, contrarrestándolas (diciendo por qué no son importantes) o concediéndolas (diciendo que son importantes pero que pueden superarse). Recordá que ignorar las objeciones no hace más que debilitar tu argumento.

6. Elaborá tu argumento.

Use tu alegato y la evidencia que reuniste para defender tu posición de manera persuasiva. Apelá a las necesidades de tu interlocutor y respondé cualquier objeción clave.

La receptividad de tu interlocutor va a depender mucho de cómo estructurás tu argumento. Si la audiencia es muy crítica te va a convenir empezar rebatiendo las objeciones, si es más favorable a tu idea podés empezar con las evidencias que soportan tu argumento.

Cuando apeles a la persuasión podés hacerlo desde 3 lugares:

  1. Ética—demostrá que sos una fuente ética y confiable
  2. Lógica—usá la lógica para argumentar tu posición
  3. Emoción—movilizá a la audiencia para que conecten con tu posición

7. Confirmá tu punto principal.

Resumí tu argumento expresando tu afirmación de una manera nueva, conectándola con lo cotidiano y con el futuro. Cerrá con un pensamiento fuerte.

La próxima vez que estés en una conversación y alguien empiece a elevar el tono de su voz, acordate de esto y no caigas en lo mismo.

PD: Si llegaste hasta acá, gracias por leer. Si te gustó agradezco que lo compartas. Gracias! IG:@nicolas.costa.coach

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