Cuando te «aplazaron» en un examen y sacaste una nota inferior a lo que esperabas, podés decir que te «tocó» un tema dificil, que justo «te» preguntaron el tema que no habías preparado tanto, que al profesor «le» caiste mal…entonces claro, nunca te iba a ir bien, ¿no?
Cuando en el trabajo no te «tocó» una promoción, podés decir que nunca «te» tuvieron en cuenta, que justo las oportunidades «se» dieron en áreas que no son de tu expertise, que no «les» caiste bien a los que deciden, entonces ese ascenso nunca fue una posibilidad real, ¿o sí?
El misterio
Es común que cuando nos referimos a las causas de determinada situación, nos encontramos hablando de otras personas o entidades ajenas a nosotros.
Cómo si existiera una conspiración en nuestra contra. Raro ¿no te parece?
Es decir, no nos vemos como parte del problema y lo que es peor tampoco nos vemos como parte de la solución.
Misterioso……
Es como si fuéramos espectadores de una película que tampoco nos tiene como protagonistas sino exclusivamente como víctimas de situaciones que «nos suceden».
¿Sabés qué? ¡Nada más lejos de la realidad!
Somos, en gran parte y en muchas oportunidades, responsables y determinantes de las cosas que creemos que «nos» suceden.
Las cosas «suceden» y nosotros decidimos qué hacer con ellas.
Y vos me vas decir, «No es tan así, porque en aquella situación yo no podía hacer nada, no había manera de que el resultado fuera distinto….».
Siempre, hay una decisión que tomamos o que no tomamos (lo cuál es una decisión al fin), con mayor o menor información, con más o menos recursos pero siempre hay una decisión que podemos tomar. Y si no la ves en ese momento y empezás a ir para atrás en el tiempo, vas a encontrar ese momento donde decidiste algo que te llevó a la situación en la que te encontrás ahora.
Claro que asumir esto puede ser incómodo frente a la alternativa de dejar que otro decida por mí, pero te puedo asegurar que reconocer que vos sos el responsable de lo que sucede en tu vida es mucho más motivador, desafiante y estimulante, además de liberador.
Ahora, para tomar decisiones conscientes tenés que estar muy presente en el ahora y saber muy bien lo que querés.
Tener en claro tu propósito.
Entonces, sabiendo eso….¿cuánto poder le vas a dar a las circunstancias externas y a otras personas por sobre tu poder de decidir hacer?
Animate, esto se hace paso a paso, de a una decisión por vez.
¿Vos sos o te hacés?
PD: Si llegaste hasta acá, gracias por leer. Si te parece que esto puede ser útil para alguien te agradecería que lo compartas. Muchas gracias.
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